WhatsApp es una de las primeras apps instaladas en todos los smartphones del mundo y una de las más usadas en la mayoría de ellos. Desde que dos ingenieros decidieran plantar cara el envío de mensajes SMS hace ya más de una década, el servicio que crearon ha ido evolucionando día a día hasta la app que conocemos. Hoy en día más de 2000 millones de personas usan WhatsApp a diario en todo el mundo y por el camino ha pasado de todo. Buceamos en la historia de la app que ha roto moldes revolucionando la comunicación en el siglo XXI para saber cuándo se creó y cómo ha ido evolucionando uno los grandes inventos de nuestro tiempo.
Evolución cronológica de WhatsApp
Año 1976, fría ciudad de Kiev, Ucrania. Una humilde familia de origen judío concibe a Jan. Hijo único de una ama de casa y un gerente de construcción, se crio hasta los 16 años en las afueras de la ciudad soviética hasta que en 1992, junto a su madre y su abuela, emigró hasta Mountain View, en California, sede actual de Google. La creciente tensión política y antisemita fueron dos de los principales motivos para emigrar, pero resulta curioso conocer que Jan, años después, explicaría cómo el temor al espionaje de las conversaciones en la antigua unión soviética era también un factor más tenido en cuenta por su familia, un dato que tomará mayor protagonismo cuando avancemos en la historia.
Durante los siguientes años al bueno de Jan le picó el gusanillo por la programación: se matriculó en la Universidad de San José (al poco tiempo de comenzar abandonó sus estudios al tiempo que compaginaba un primer empleo como responsable de seguridad para Ernst & Young). En 1996 se enroló también en un grupo de hackers llamado w00w00, donde conocería a algunas otras figuras ilustres años después en el desarrollo de software, como los fundadores de Napster Shawn Fanning y Jordan Ritter. Un año, después, mientras trabajaba en Ernst & Young conocería a Brian Acton, otro programador que será parte importante también de nuestra historia.
Jan Koum (que por este entonces ya está crecidito y se merece un apellido) cambiaría pronto de empleo para recalar en Yahoo!, donde compartió 9 años más de trabajo y vida junto a Acton, dado que sus padres fallecieron. En septiembre de 2007 ambos dejan sus empleos en la multinacional y se van de viaje a Sudamérica, donde pasaron un año descubriendo el continente. Koum tira aquí de los 400000 dólares que obtuvo con su salida de Yahoo!. Ambos aprovecharon para tirar el curriculum en Facebook (ahora Meta). No los contrataron.
- Año 2009: nace WhatsApp, pero no como lo conoces
- Año 2010: WhatsApp aterriza en Android
- Año 2011: el boom de una app imprescindible
- Año 2012: a vueltas con la seguridad
- Año 2013: el momento de invertir
- Año 2014: Facebook compra WhatsApp
- Año: 2015: llega WhatsApp para PC
- Año 2016: la privacidad en entredicho
- Año 2017: 1000 millones de usuarios activos
- Año 2018: el adiós de Jan Koum
- Año 2019: versiones Business y publicidad en el horizonte
- Año 2020: el año de las videollamadas
- Año 2021: WhatsApp pasa a ser de Meta, no de Facebook
- Año 2022: 7000 millones de mensajes de voz al día
Año 2009: nace WhatsApp, pero no como lo conoces
En enero del año 2009 el mercado de apps de iPhone comenzaba a despegar y Koum vio potencial en ella tras comprar su primer iPhone. Su idea, lejos de lo que podría parecer, no era crear una app de mensajería, sino una app que automáticamente mostrase estados de todos los contactos de la agenda telefónica para saber si se les podía llamar o no, idea que compartió con su amigo Alex Fishman en una de las reuniones semanales que éste realizaba en su casa para una amplia comunidad de jóvenes rusos. Juntos buscaron un programador de apps para iPhone capaz de echar una mano y encontraron en RentaCoder a Igor Solomennikov, un ruso que se encargaría de realizar esos primeros desarrollos. El 24 de febrero Koum registraría en California la marca WhatsApp, elegida por su similitud fonética con el what’s up usado en el mundo anglosajón para expresar un “qué pasa” coloquial: este fue el nacimiento de WhatsApp.
La primera versión de WhatsApp y las siguientes tenían problemas, se bloqueaban y sufrían fallos que estuvieron cerca de echar por tierra el proyecto. Mientras Koum se daba casi por vencido, Acton le instaba a aguantar unos meses más. El primero había escrito el código fuente, pero la sincronización de la app con números de teléfono resultaba ser un tedioso proceso que requería estudiar detenidamente los prefijos de marcación internacional con sus correspondientes variedades regionales, lo que llevó meses.
Inicialmente la app no fue recibida con mucha expectación dado su propósito, pero todo cambió con la llegada de las notificaciones Push en junio de 2009. WhatsApp lanzó su segunda versión con dos importantes novedades: notificaciones cuando un contacto cambiaba de estado y el envío de mensajes de texto que utilizaban esas notificaciones para avisar al receptor. Koum, Fishman y los amigos de este último comenzaron a usar la app en sustitución de los SMS tradicionales aprovechando esta nueva funcionalidad. La base de usuarios creció rápidamente hasta los 250000 dado que por aquel entonces las únicas alternativas similares eran BBM (solo para BlackBerry), G Talk y Skype, pero en ningún caso usaban el número de teléfono del usuario. Acton, aun desempleado por aquel entonces, se unió al proyecto como co-fundador en octubre tras reunir 250000 dólares de 5 inversores diferentes.
La primera página web de WhatsAppLa idea era crear una app libre de publicidad. Tras trabajar en Yahoo, ambos sabían cómo funcionaba ese mercado y el proceso de recolección de datos de las grandes multinacionales para vender publicidad. El objetivo era eliminarla por completo: eran conscientes de que si creaban una plataforma que ayudara a las personas, les ahorrase dinero y fuera estable la gente estaría dispuesta a pagar por el invento. Porque sí amigos, WhatsApp fue en sus comienzos una app de pago. Había que amortizar los costes, que estaban fundamentalmente en el envío de mensajes de verificación a los usuarios al registrarse, evitando con ello también un crecimiento demasiado rápido de la app y quién sabe si su viabilidad.
Ya en los orígenes nacieron las primeras suspicacias sobre el uso de los datos que hacía la app, nada temible por aquellas fechas en comparación con los días que vivimos. Fue un año de muchos cambios y novedades donde ya se introducían por ejemplo los primeros sistemas de acuse de recibo primitivos mediante letras que aparecían junto a los mensajes:
- u: venía de unknown, la palabra inglesa para definir desconocido. Antes si emisor y receptor no tenían la misma versión de la app ciertos mensajes no se podían leer (aún pasa hoy en día). Con esta letra se indicaba que el receptor no tenía la versión necesaria para ver el mensaje.
- s: de sent o enviado. Indicaba que el mensaje había sido entregado al servidor, lo que sobreentiende que el receptor ha recibido una notificación.
- d: viene de la palabra delivered o entregado, lo que indicaba que el receptor había recibido el mensaje.
¿Cuándo empezó WhatsApp en España? En agosto de 2009 saldría WhatsApp 2.0 para iPhone y la fase beta acabaría en noviembre de ese año: la primera versión oficial aparecía solo para iPhone en la App Store de nuestro país y en el resto del mundo. En diciembre de ese año llegaría una de las funciones básicas hoy en día: el envío de fotos.
Año 2010: WhatsApp aterriza en Android
WhatsApp solo estaba disponible en iPhone hasta el año 2010, que comenzó viendo el lanzamiento de la primera versión de BlackBerry. Chris Peiffer, amigo de Koum contratado, la crearía aunque sin mucha convicción dado que dejaría la empresa tiempo después. También vio la luz la versión para el sistema operativo Symbian de Nokia y solo en agosto llegaría, por fin, la versión para Android de WhatsApp, lo que nos da una idea del contexto en el que nos movemos en esta época.
Respecto a novedades y funciones aparecidas en esta época hay que resaltar la aparición en noviembre de las búsquedas, una función básica hoy en día para localizar cualquier texto entre toda la maraña de conversaciones. También aquí se introducen las miniaturas al compartir vídeo.
Año 2011: el boom de una app imprescindible
Una de las funciones estrella hoy en día aterriza en febrero de este año: los chats de grupo. Se estrenaron limitados a 5 participantes, muy lejos de las capacidades de hoy en día, y desde luego que las opciones disponibles nada tenían que ver con las actuales.
Durante el año 2011 el éxito de WhatsApp ya es más que relevante, lo que supone un efecto llamada para otros competidores. WhatsApp es ya con la entrada del año nuevo una de las 20 aplicaciones más importantes de la iTunes Store en Estados Unidos, el mercado que marca la pauta. En China por ejemplo nace WeChat, también en Japón aparece LINE, o Snapchat con un concepto ligeramente distinto pero basado en la misma idea de enviar mensajes. Son apps que intentan competir contra WhatsApp pero cuyos mercados principales son asiáticos, por lo que su impacto a nivel global es relativo aun cuando estos países tienen poblaciones de gran tamaño. También es el año del definitivo despegue de la compañía, gracias principalmente a la aportación de algunos socios inversores como Jim Goetz a través del fondo Sequoia Capital, uno de los fondos de inversión implicados en el nacimiento de multitud de grandes tecnológicas de Sillicon Valley. En abril el bueno de Goetz aportaría 8 millones de dólares iniciales tras meses de negociaciones que le daban el control del 15% de la empresa y que en el futuro, después de varias rondas de financiación adicionales por valor de 60 millones, le reportarían unos pingues beneficios.
Comienzan los hitos: el 23 de septiembre se alcanzó la cifra de un millón de sesiones diarias TCP en una máquina. Ese mismo mes nuevos sistemas operativos se iban sumando a la ola de WhatsApp: aparecía la versión para Windows Phone, el ya extinto sistema operativo móvil de los de Mountain View. En octubre ya se enviaban 1000 millones de mensajes en un día, lo que da idea de la magnitud que estaba alcanzando el negocio. Es el boom y ya no hay prácticamente móvil en el mundo donde no sea una app indispensable.
Año 2012: a vueltas con la seguridad
WhatsApp no ha estado exento de sufrir fallos de seguridad que han visto comprometidos los datos de sus usuarios. ¿Alguien recuerda WhatsApp Status? Esta web, aparecida a comienzos del mes de enero, permitía cambiar el estado de cualquier contacto del que se conociera el número de teléfono. El hacker anónimo que encontró el fallo seguridad pretendía con ello alertar de los riesgos que tenía la plataforma. Para mayor escarnio, unos días después la app fue baneada durante 4 días de la iTunes Store. Los motivos nunca han estado del todo claros pues la compañía alegó un acuerdo de confidencialidad firmado con Apple.
Otro de los grandes pasatiempos de nuestros días cobraba relevancia en los mensajes enviados. ¿Quién no ha recibido un bulo por WhatsApp? Con el crecimiento exponencial de la plataforma es el vehículo de transmisión de información perfecto para este tipo de cosas. A lo largo de la historia han aparecido millones de bulos en WhatsApp reenviados una vez tras otra, pero posiblemente ninguno tuvo el impacto de este:
WhatsApp va a ser de pago pronto. La única manera de hacer que siga siendo gratis es usándolo con frecuencia. Por ejemplo, tienes que tener al menos 10 chats activos. Para convertirse en usuario frecuente hace falta mandar este mensaje a 10 personas en las que aparecerá que lo han recibido (doble check) y tu logo de WhatsApp se volverá rojo para indicar que lo has conseguido.
Es curioso: WhatsApp hasta ese punto siempre fue de pago, aunque con algunas diferencias entre plataformas. Sin embargo el concepto de gratuidad de WhatsApp estaba tan arraigado entre los usuarios que este mensaje provocó una explosión de ira. En marzo aparece otra función estrella sin la que hoy en día no podríamos vivir, el envío de localizaciones. La función para compartir ubicación existía, pero ahora es más precisa permitiendo señalar sitios concretos y añadirlos a la conversación. Y ya en agosto se anuncia definitivamente la llegada del cifrado de datos, aunque sin especificar el cómo y solo para iPhone y Android.
Que evidentemente había un problema de seguridad importante quedó demostrado a la vuelta del verano, cuando el medio alemán The H logró demostrar que era posible tomar el control de cualquier cuenta usando WhatsApp API. Una amenaza legal bastó para que desistieran con el invento, pero la pérdida de credibilidad en el servicio era un hecho.
Año 2013: el momento de invertir
La cuesta de principios de año se hizo un poco más duro para los 200 millones de usuarios activos por entonces con el siguiente movimiento de WhatsApp: cobrar por la app de Android, gratuita desde su aparición. En realidad no fue hasta julio cuando se equipararon las cuotas en Android y iPhone: ambos pasaron a ser de un año de prueba gratis y un único pago de 0,99 euros o dólares para usar la app de por vida. Años después confesarían que el sistema nunca funcionó bien (o al menos llegaron al punto en el que no era necesario, lo que siempre es sospechoso). Sin embargo a WhatsApp le fue genial, pues Sequoia Capital invertía otros 50 millones de dólares en el negocio.
Llega otra función que hoy forma parte de nuestro día a día pero que por aquel entonces se echaba en falta: poder hacer copias de seguridad de las conversaciones y guardarlas directamente en iCloud. Y en agosto aparecieron los mensajes de voz. WhatsApp siempre ha innovado facilitando la manera de compartir mensajes, y los audios eran una posibilidad inexplorada hasta esta fecha. Esta función salió simultáneamente en todas las plataformas que en este entonces tenían soporte: iPhone, Android, BlackBerry, Nokia y Windows Phone. Para finales de año, en diciembre, anunciarían que habían alcanzado la cifra de 400 millones de usuarios activos al mes.
Año 2014: Facebook compra WhatsApp
2014 es un año de inflexión en la historia de WhatsApp, que hasta la fecha se había mantenido como una empresa independiente frente a los grandes jugadores de la industria tecnológica. ¿Qué pensarías si Mark Zuckerberg te llama directamente al móvil para invitarte a cenar en su casa? El 9 de febrero de 2014 es lo que le sucede a Koum. En esa cena el mandamás de Facebook no se andaría por las ramas: quería que WhatsApp pasara a formar parte del ecosistema de servicios ofrecidos por Facebook. 10 días más tarde se anunció la compra de WhatsApp por 19.000 millones de dólares, la mayor compra hecha en el sector hasta la fecha.
A partir de ahora esto es lo que cambiará para vosotros, usuarios: NADA.
WhatsApp había recibido diferentes inversiones de fondos de capital riesgo para expandirse, pero esto era un verdadero bombazo en el que hubo gente que ganó mucho dinero. Facebook pagó 4000 millones en efectivo, 120000 millones en acciones de Facebook y 3000 millones más en acciones restringidas para Koum y Acton, que se hicieron de oro. Sequoia por ejemplo multiplicó por 50 la inversión inicial en beneficios. Se acordó que los empleados debían tener el puesto garantizado durante al menos 4 años.
Es curioso porque ese mismo mes de febrero, días después de la gran noticia, WhatsApp sufrió una de sus caídas de servicio mundiales durante varias horas. ¿Casualidad? Era relativamente normal que se produjeran estos fallos, pero WhatsApp estaba en el foco de todos los medios y usuarios (hasta el Director de la oficina alemana de seguridad Thilo Weichert desaconsejó su uso por no respetar la normativa europea de seguridad y privacidad de la información), que no dudaron en expresar su ira en redes sociales y buscar alternativas. Mucha gente temió por el cruce de datos entre Facebook y WhatsApp, y no iban desencaminados. Fueron horas milagrosas para la competencia, especialmente para un nuevo jugador recién aparecido: Telegram. Sin embargo, una vez pasado el susto llegaría la realidad: durante el verano se alcanzarían los 600 millones de usuarios activos al día, nueva cifra récord.
Respecto a novedades en la app, ese febrero no dejó de ser un mes movidito: tres días después del anuncio de la venta a Facebook Koum anunciaría también que estaban trabajando en las llamadas de voz para los próximos meses, otra de las funciones estrella en la historia que nos ocupa. ¡Ah! También aparece otra pequeña pero muy importante novedad durante el mes de noviembre: el doble check azul que indica si el receptor ha leído un mensaje, una pequeña fuente de conflictos más con ciertos contactos. Hasta ese momento, y tras el paso por el sistema de letras del que hablábamos párrafos atrás, se utilizaban los típicos check para indicar si el mensaje se había enviado (1) y si era entregado (2), lo que no significaba necesariamente que hubiera sido leído. El doble check azul suponía que ahora podías saber si el receptor había leído un mensaje... Y no había querido contestarlo.
Año: 2015: llega WhatsApp para PC
700 millones de usuarios activos a comienzos de año y subiendo, competencia barrida y la venta a Facebook apenas había afectado a la estimación del servicio hecha por los usuarios. A lo largo del año se sucederán las novedades.
¿Conoces los MODs de WhatsApp? Seguramente sí, pero si has vivido en otro planeta durante los últimos años debes saber que son versiones de WhatsApp creadas por terceros que añaden nuevas funciones, y muy demandadas. WhatsApp ha cambiado mucho con el paso del tiempo, en algunas cosas para bien y en otras para mal, y a veces no lo suficiente. Los MODs de WhatsApp, que realmente son algo casi exclusivo para Android, llevan mucho más allá las opciones disponibles en la app, desde permitir usar dos números de teléfono a configurar todas las opciones posibles de privacidad, cumpliendo los deseos de millones de usuarios.
Obviamente esto a Facebook no le gusta. A comienzos del año 2015 todos los usuarios de estas versiones no oficiales fueron baneados de WhatsApp hasta que desinstalaran el problema. Era la primera vez que se tomaban medidas de este tipo de forma masiva. Pese a que algunos servicios de terceros anunciaron el cierre, otros muchos continuaron gracias a la permisiva política de WhatsApp al respecto pese a los actualizados términos y condiciones del servicio. Hoy en día muchos MODs continúan ofreciendo sus servicios y de hecho son apps muy demandadas.
WhatsApp en versión webTambién en enero apareció la primera versión WhatsApp Web, que abría la puerta a su utilización en ordenadores y resolvía por fin el sueño de tener un WhatsApp para PC sin hacer cosas raras. En realidad se trató de una extensión del teléfono y no de un software independiente, y de hecho (como sigue sucediendo en nuestros días) requiere que tengas el teléfono conectado y WhatsApp activo para funcionar. El sistema es sencillo: se accede a una dirección web donde se nos muestra un código QR que hay que escanear con la cámara del móvil. ¿Sabías que inicialmente solo era posible usar esta versión web en Android?
En abril se alcanzaron los 800 millones de usuarios y unos meses después, en septiembre, los 900. Cifras de auténtico récord conocidas no sin turbulencias. El 30 de noviembre aparecía una nueva noticia que afectaba a WhatsApp y más directamente aún a su competencia: la app comenzó a bloquear los enlaces con la palabra Telegram que eran compartidos a través de WhatsApp. Nadie se hace rico haciendo amigos.
Cuando el año tocaba a su fin se produce una nueva noticia referente a Jan Koum y que a la postre sería un primer indicio de lo que sucedería después: vende 2400 millones de dólares en acciones de Facebook, el 50% de todas las que poseía, quedándose el resto. Un pellizco extra por si la venta total de la empresa el año anterior no había sido lo bastante beneficiosa.
Año 2016: la privacidad en entredicho
Sería necesario esperar hasta el 18 de enero para ver al fin un WhatsApp gratuito.
Estamos felices de anunciar que WhatsApp no cobrará más por su servicio. Muchos de nuestros usuarios no tienen tarjeta de crédito o de débito para poder hacer frente a este pago y estaban preocupados por perder el acceso después del primer año.
Muchísimos usuarios jamás pagaron por usar WhatsApp, pero este era un paso lógico tras pasar a formar parte de la red de Facebook, donde todo es gratuito en apariencia. La sombra de la recolección de datos hacía tiempo que perseguía a Facebook y se había extendido a WhatsApp, al tiempo que se dejaban entrever nuevas alternativas de monetización en estudio como el contacto directo con empresas y anunciantes... WhatsApp pasaba a ser gratis, sí, pero quedaba claro que se exploraban otras vías. La venta de acciones de Koum el mes anterior era otro indicativo hecho de lo que podía estar sucediendo en la dirección de la app.
El año avanzó: en febrero alcanzaron mil millones de usuarios. Y el 16 de ese mismo mes anunciaban el fin de las versiones para Nokia Symbian y BlackBerry, dos sistemas operativos móviles con una limitada cuota de mercado e incapaces de competir contra Android y iOS. Con el tiempo, WhatsApp como es lógico ha enfocado su soporte hacia las plataformas mayoritarias, y de hecho hoy en día nada queda de todas estas versiones casi bizarras.
A comienzos del mes de abril llegaría una nueva función de seguridad también muy demandada por influencia de Telegram y futuro foco de problemas en la dirección: el cifrado extremo a extremo, que garantizaba el secreto de tus comunicaciones incluso ante la propia empresa. Lo cierto es que más allá de cuestiones técnicas nunca ha quedado claro si este cifrado es seguro y si no contiene la manera de acceder a las conversaciones en casos específicos. Anonymous ya alertó de la posible existencia de backdoors, teniendo en cuenta que Facebook es una de las empresas señaladas como colaboradora del gobierno estadounidense tras el escándalo de PRISM destapado por Edward Snowden.
En 2016, las videollamadas llegan a WhatsAppVolviendo a lo que es la app en sí, el 10 de mayo se lanzaría un cliente dedicado para computadoras Windows y Mac. Como la versión web, es una extensión de la app móvil pero amplía un poco más las opciones de instalación al alcance de los usuarios. Eso sí, acompañada de novedades en materia de seguridad para intentar evitar que te dejaras la conversación abierta en cualquier parte a la vista de todo el mundo. El 10 de noviembre llegaría la verificación en dos pasos como medida extra de seguridad para los usuarios y las esperadas videollamadas, además de hacerse un importante anuncio a nivel de privacidad: Facebook dejaba de recolectar datos de WhatsApp en Europa para sus propósitos comerciales, uno de los frentes abiertos de la empresa con la Unión Europea y que poco después tendría un nuevo episodio.
Año 2017: 1000 millones de usuarios activos
Una de las primeras funciones renovadas con el año nuevo fue la de estados de WhatsApp. En febrero una nueva actualización permitía colocar allí vídeos o fotos decorados por ti mismo que desaparecían tras 24 horas, una función copiada de Snapchat o de Instagram Stories con la que se pretendía dar una vuelta de tuerca más a la app de mensajería. WhatsApp Status que se llama el invento ha tenido un éxito relativo al menos en nuestro país, aunque ahí sigue a día de hoy.
Es en mayo cuando se hace oficial la multa de la Unión Europea a Facebook por valor de 110 millones de euros. El motivo es el cruce de datos entre Facebook y WhatsApp para mostrar publicidad, algo que según la compañía en 2014 no ocurriría y era técnicamente imposible y que sin embargo comenzó a funcionar en verano del año 2016. Tras reconocer el error, Facebook se disculpó diciendo que no había sido intencionadamente.
El 26 de julio Zuckerberg anunció que habían alcanzado los 1000 millones de personas usando WhatsApp a diario, y para el comienzo de septiembre aparecían las primeras noticias sobre una versión para empresas y comercios como se barruntaba desde tiempo atrás. WhatsApp Business no se presentaría hasta unos meses después, pero el desembarco del servicio en el terreno de la comunicación comercial y por extensión publicitaria era casi una realidad despertando el alarmismo entre los usuarios... Y también entre los fundadores originales de la app, que comprobaban una vez más cómo la dirección que tomaba WhatsApp era totalmente opuesta a la que ellos tenían en los orígenes del proyecto. De hecho Brian Acton abandona tras el verano, pasando a ocupar un puesto en Signal.
Una última pero importante novedad en lo que es la propia app: el 31 de octubre celebran Halloween anunciando la opción de eliminar mensajes.
Año 2018: el adiós de Jan Koum
Para contextualizar un poco más el momento de WhatsApp es necesario hablar de Facebook. A comienzos de año estalló el escándalo de Cambridge Analytica destapando la recolección masiva de datos de usuarios de Facebook para la elaboración de campañas de persuasión del voto en favor de Donald Trump. El ecosistema de Facebook al que pertenece WhatsApp se encontraba una vez más en el centro de la polémica, y con ello casi casi se escribían las líneas finales en la relación de Koum con su proyecto vital.
El 30 de abril el creador de WhatsApp anunció su salida de la compañía a través de las redes sociales. Sus desavenencias con la dirección de Facebook acerca del rumbo tomado en el desarrollado de la app le sacaban fuera de la compañía. La salida no ha estado exenta de polémica, en tanto que se ha descubierto que Koum todavía es empleado de Facebook y sigue cobrando en virtud de un acuerdo entre ambas partes, pero queda claro que los planes de Facebook no coinciden con la visión original de Koum y Acton, y eso es algo que nos debería preocupar. Chris Damiles se convertía en nuevo CEO de la empresa.
Como novedades de la app más importantes cabría destacar la llegada de las videollamadas y llamadas de voz grupales el 30 de julio de forma definitiva aunque fueron anunciadas en mayo. Estaban presentes desde un par de años antes, pero la opción de que fueran grupales supone una novedad en este tipo de chats permitiendo la comunicación audiovisual entre varios participantes (actualmente la función está limitada a 4 interlocutores).
El 25 de octubre llegarían también los stickers, anunciados desde principios de año pero solo disponibles a partir de esta fecha. Era una función ya existente en varios programas de la competencia (si es que se les puede considerar así) y también en su hermano Facebook Messenger. De hecho los stickers disponibles son los mismos, aunque gracias al lanzamiento de un editor Facebook permite que cualquiera diseñe sus propios stickers para WhatsApp.
Gráfica de la evolución de usuarios de WhatsAppAño 2019: versiones Business y publicidad en el horizonte
En 2019 se cumplían 10 años en activo desde el inicio de WhatsApp alcanzando la nada desdeñable cifra de 1500 millones de usuarios activos. Para entonces la monetización directa del servicio ya era una prioridad en Facebook, liberada de la opinión de sus fundadores salientes. Y como primer ejemplo de ello tenemos la llegada de WhastApp Business a iOS. Pese a estar disponible meses antes WhatsApp Business en Android, en iPhone la versión para negocios no aparecería hasta el mes de abril de este año, y en determinados países: Alemania, Brasil, Estados Unidos, India, Indonesia, México y Reino Unido. Llegaría al resto de países semanas después con sus funciones distintivas, como son la creación de un perfil de empresa o herramientas de comunicación específicas para las necesidades de un negocio.
También verían la luz nuevos ajustes de privacidad y seguridad. Desde principios de año los usuarios de iPhone podían bloquear el acceso a la app aprovechando las tecnologías Face ID y Touch ID que Apple añadió en sus terminales móviles. La función de bloqueo mediante huella dactilar no llegaría a Android hasta el mes de octubre. Por el camino, en abril, se ofreció al usuario la posibilidad de decidir qué contactos pueden añadirle a grupos y cuáles no, tratando de dar más herramientas al usuario en este aspecto.
Tampoco podemos dejar de nombrar los sistemas operativos abandonados por WhatsApp en este año. La evolución tecnológica es imparable y cuestiones económicas y operativas obligaban a dejar atrás sistemas operativos y versiones obsoletas: WhastApp dejaba de funcionar en Symbian a comienzos de año, decisión que se extendió a Windows Phone el 31 de diciembre y a iOS 7 y Android Gingerbread a finales de enero de 2020.
El último de los hitos constatables este año fue la aparición de Facebook Pay, un sistema de pagos integrado y compartido entre varias de las apps de Facebook, como son Messenger, Instagram y por supuesto WhatsApp. Su lanzamiento se limitó inicialmente a Estados Unidos, pero la intención es que durante los próximos meses llegue a otros países.
A partir de aquí solo podemos hablar de rumores, aunque estén casi confirmados. Se espera que la app añada de forma inminente un modo oscuro, que cuente con funciones multidispositivo (se dice que la versión para iPad ya está lista y pendiente de esta nueva característica para ser lanzada al mercado) y uno más relacionado con la monetización: la aparición de publicidad en los estados tal y como sucede en Instagram. La idea es intercalar publicaciones publicitarias entre las historias de nuestros contactos.
Año 2020: el año de las videollamadas
En febrero de 2020, WhatsApp alcanzó el hito de 2000 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo, es decir, consiguió aumentar una cifra ya astronómica en alrededor de 500 millones en tan solo un año.
Un mes más tarde, viviríamos un mes histórico en el que empezaríamos un confinamiento a nivel mundial a causa de la propagación de la COVID-19. Este aislamiento de la población no hizo más que reforzar y aumentar aún más el uso tanto de WhatsApp como de otro tipo de servicios de mensajería, llamadas y videoconferencias para poder mantener una comunicación más o menos constante con amigos y familiares así como para trabajar, por supuesto.
Este cambio forzoso en las relaciones personales y laborales obligó a los desarrolladores de la mensajería a mejorar las funciones de videollamadas y conferencias. En el mes de abril, se aumentó de cuatro a ocho el límite de participantes en videollamadas grupales. Así, ya podíamos hablar con todos nuestros tíos y abuelos a la vez durante el confinamiento o tomar el aperitivo entre colegas a través de una pantalla, por ejemplo.
Durante el mes de mayo, WhatsApp empezó a incluir en su pestaña de Llamadas un icono de Messenger Rooms, la función de Facebook Messenger que permite organizar videollamadas de hasta 50 personas. Esta función, continuaría siendo nativa de Messenger, pero a partir de ese momento los usuarios podrían gestionar, organizar o unirse a una videoconferencia de forma cruzada entre ambas apps, incluso sin tener instalada una u otra.
Además de las horas que pasamos en 2020 pegados a una pantalla viendo cabezas dentro de una cuadrícula de WhatsApp, hay alguna novedad más de la mensajería digna de comentar. Ese mismo año se estrenó el tema oscuro tanto en Android como en iPhone. Se trataba de una opción tremendamente demandada que permite cambiar la interfaz de la app por una de tonos oscuros, con un fondo casi negro y poco contraste con los textos. Los usuarios buscan con ella reducir el uso de batería, disminuir el brillo para cuidar algo más la vista o simplemente mejorar su aspecto a nivel estético.
Se mejoran las videollamadas y llega el modo oscuro y los QRPara terminar, hay que nombrar una función menos conocida, pero que puede ser bastante útil y facilitar el uso de la app para el usuario que fue lanzada ese mismo año: el uso de los QR para añadir contactos. Cada usuario tiene su propio código QR asociado a su cuenta de WhatsApp accesible en su perfil. Con él, ya no tiene que dar su número de teléfono o apuntar el de otra persona para iniciar una conversación. Basta con que el usuario comparta su código para compartir su perfil de WhatsApp y añadir contactos.
Año 2021: WhatsApp pasa a ser de Meta, no de Facebook
El hecho más llamativo relacionado con WhatsApp y su entorno durante 2021 tuvo lugar en el último trimestre del año. A finales de octubre se celebró la Facebook Connect 2021, la conferencia anual de desarrolladores de Facebook para todo lo relacionado con la realidad virtual, en la que se presentaba el futuro de la empresa y su ‘metaverso’. En esa conferencia, Mark Zuckerberg anunció que se iba a cambiar el nombre de la empresa matriz por Meta, supuestamente, porque toda la compañía se iba a centrar en esa idea de realidad y que se dejaría el nombre de Facebook únicamente para la red social.
Desde entonces, tanto en WhatsApp como en Instagram podemos leer la palabra Meta en la parte inferior de la interfaz y ninguna referencia a Facebook. Probablemente sea un intento de separar el nombre de la red social que ya se asocia a decenas de casos de sospechas de espionaje, de uso de datos de usuarios, de graves problemas en la moderación de contenido, de censura e incluso de tráfico de personas al del resto de productos de la empresa.
Por poner un ejemplo, a principios de ese mismo año 2021, saltó una gran polémica cuando WhatsApp anunció un cambio en su Política de Condiciones y Privacidad. El cambio en sí no suponía grandes diferencias en cuanto a lo que la empresa ya hacía con la información y los datos de sus usuarios. Sin embargo, el simple hecho de que se nombrara que se podían compartir entre ‘los productos de las empresas de Facebook’ hizo que saltaran todas las alarmas y que millones de usuarios montaran en cólera.
Por supuesto, los cambios en la mensajería instantánea más usada en el mundo van mucho más allá que un simple cambio de marca. Durante el año 2021 se añadieron unas cuantas características nuevas capaces de mejorar la app.
Ya sabemos que desde 2013 WhatsApp ya no sirve únicamente para escribir mensajes. Las notas de voz han conseguido convertirse en una nueva forma de comunicación para desgracia de muchos. Para otros, ha sido la oportunidad perfecta para grabar eternos monólogos con los que martirizar a sus contactos día a día. En mayo de 2021, los desarrolladores incluyeron una opción muy útil para ayudarnos a escuchar esas notas de voz tipo podcast con la reproducción a x1, x1,5 y x2, es decir, con la posibilidad acelerar la velocidad hasta el doble de la de origen.
Dentro de la misma línea, es decir, la mejora y el envío de grabaciones, hubo más cambios. A finales de año, se integró al servicio la vista previa de los mensajes de voz que permite revisar y escuchar el mensaje antes de enviarlo así como la opción de ir grabando el audio sin tener que apretar ningún botón como se tenía que hacer hasta entonces.
Llegan las notas de voz aceleradas, los mensajes y fotos efímeros y el archivo mejoradoYa sabemos que WhatsApp ha ido siempre a rebufo de otros servicios de mensajería y que suele llegar tarde a todas las posibles mejoras: en 2021 no iba a ser diferente. El éxito de Snapchat, sobre todo en 2013 y 2014, se explica en parte gracias a su principal característica, es decir, en que se trataba de una mensajería efímera que permitía eliminar las fotos publicadas pasado un tiempo y autodestruir los mensajes una vez leídos. La app incluye desde el mes de agosto un servicio similar para enviar fotos y vídeos que se autodestruyen, de forma que se pueden ver únicamente una vez (a no ser que el destinatario sea algo pirata y use un capturador de pantalla). Además, se incluyen nuevos mensajes temporales accesibles solamente durante una semana que se borran una vez transcurrido este tiempo.
Por otra parte, podemos decir que por fin se corrige uno de los mayores inconvenientes del servicio: el funcionamiento del Archivo. Si un usuario archiva una conversación, es obvio pensar que no le interesa seguir recibiendo cada nuevo mensaje. Hasta ahora, no era el caso. Aunque se archivara un chat de esos con demasiados participantes de dedos ágiles, el chat volvía a la pantalla principal si alguien volvía a escribir. Desde esa actualización, los chats archivados permanecerán en el Archivo hasta que el usuario acceda a él y lo devuelva al panel principal si es lo que desea.
2021 fue un año muy completo para la mejora de WhatsApp y no solamente en Android, sino en todas sus versiones. Desde entonces, se puede usar WhatsApp en el PC sin necesidad de tener el móvil conectado, usar una misma cuenta hasta en cuatro dispositivos distintos, mover los chats de iOS a un dispositivo Android (ya era hora) o hacer videollamadas en su versión de escritorio y no solo desde el móvil. En general, puede decirse que ha sido el año en el que los desarrolladores han conseguido formar un verdadero ecosistema para que sus millones de usuarios usen el servicio día a día como su principal método de comunicación.
Eso sí, nada pudo librar al monstruo de una de las mayores caídas de aplicaciones de la historia: afectó a todo Meta (WhatsApp, Instagram, Facebook y Messenger) durante más ocho horas el día 4 de octubre y dejó también a medio gas a muchos de los servicios de la competencia a causa de la gran demanda generada.
Año 2022: 7000 millones de mensajes de voz al día
Los mensajes de voz, aunque puedan llegar a ser tediosos en ciertos casos, tienen muchas ventajas. Gracias a ellos el usuario puede transmitir mejor sus emociones, comunicar un mensaje más largo y, sobre todo, más rápido que por escrito. WhatsApp afirma que sabía que este tipo de audios podían llegar a cambiar la manera en la que nos comunicamos ya desde su lanzamiento en 2013 y en 2022 llega su evolución definitiva tras alcanzar la cifra de 7000 millones de mensajes de voz enviados al día con su servicio. Durante el mes de marzo, WhatsApp estrenó un reproductor de mensajes de voz al que añadió las últimas opciones desarrolladas a las ya integradas en 2021.
Con el nuevo 'reproductor definitivo', los usuarios, además de poder revisar los mensajes grabados antes de enviarlos o escuchar los recibidos a mayor velocidad, van a poder disfrutar de otras novedades reseñables. En primer lugar, el reproductor funciona tanto dentro como fuera del chat para poder leer otras conversaciones mientras se reproduce el audio. En segundo lugar, la reproducción muestra una representación de la forma de onda que mejora la estética y se mantendrá en el mismo punto si se pausa el mensaje, se sale de la conversación y se regresa. Además, ya no es necesario grabar todo el mensaje de golpe sino que las grabaciones también se pueden pausar y reanudar más tarde.
El día 31 de marzo, se actualizaban las políticas de servicio de la app con ciertas medidas de cierta importancia. A partir del 1 de abril, los dispositivos Android con versión 4.0 o inferior y los iPhone que no tienen instalado al menos iOS 10 ya no pueden usar la app de mensajería a no ser que actualicen su sistema operativo a cambien de dispositivo por uno más actual. Además, una vez más en su historia, los desarrolladores vuelven a incidir en que las personas que modifiquen la app, es decir, que usen un MOD con funciones adicionales o personalizables, podrán ver sus cuentas canceladas. Como ya hemos dicho anteriormente, en 2015 estos desarrollos alternativos fueron altamente perseguidos y miles de usuarios baneados. Desde entonces, el tema sale a la palestra cada cierto tiempo, pero las amenazas no se traducen en nada. Ahora habrá que ver si tras esta nueva actualización de las políticas, Meta se pone serio.
Hazte con tu versión de WhatsApp
La evolución de la aplicación desde el origen de WhatsApp hasta nuestros días ha sido siempre creciente, tomando una posición de liderazgo imbatible. Cuánto tiempo estará ahí es un misterio, pero desde luego no poco: la ventaja frente a sus rivales es muy grande si descontamos mercados concretos como China (donde Meta y sus servicios están vetados) y aunque el ritmo de crecimiento ha disminuido sigue estando en números impresionantes. Queda WhatsApp para rato, por lo que puede ser buen momento para descargar alguna versión específica o actualizar la que ya tienes. ¿Por que lo tienes instalado verdad?
- Este es tu sitio para descargar WhatsApp para Android.
- Si eres de iOS, aquí tienes donde descargar WhatsApp para iPhone.
- Para los usuarios de sobremesa aquí puedes descargar WhatsApp para Windows.
- Y aquí puedes descargar WhatsApp para Mac.