Si Thomas Edison, Nikola Tesla y Alexander Graham Bell, merecen ser recordados como grandes inventores, Tim Berners-Lee también. Su nombre no es muy conocido, pero su creación sí. De hecho, gracias a él hoy podéis leer este artículo en Internet.
Y de no ser por él, no podríais cerrar esta página y abrir otra, o acceder a Google y realizar una búsqueda. Esa plataforma de páginas web por la que navegamos diariamente es conocida como World Wide Web, suele ser denominada simplemente como Web, y Tim Berners-Lee fue el inventor de la misma, un 12 de marzo de hace 25 años, cuando se vivía el año 1989.
La web no es Internet
No cometamos el error de creer que la web es lo mismo que Internet. De hecho, este último sistema ya existía en aquella época. Internet no es otra cosa que un conjunto inmenso de ordenadores conectados por todo el mundo. Una red de ordenadores, como su propio nombre indica.
La World Wide Web empezó a cobrar forma en una propuesta realizada por el propio Berners-Lee al CERN, lugar en el que trabajaba en ese momento. Su objetivo era simplemente crear un sistema de gestión de información que fuera más práctico. Básicamente, quería que los estudios o los informes que allí se desarrollaban se pudieran almacenar en un lugar y descargarlos en un ordenador cuando se quisiera. Se iba a utilizar un formato común para estos archivos. Estas eran las páginas web que, además, iban a poder enlazarse unas a otras. En esencia, el concepto hoy en día es el mismo, páginas web que se pueden conectar entre sí. Son más complejas y soportan más contenidos, pero lo cierto es que los cambios han sido leves en comparación con lo que en aquel momento sí era una revolución.
No obstante, no podemos asignar todo el mérito a Tim, pues fue Robert Cailliau el que le ayudó a completar su propuesta, contando ya con un plan completo para la World Wide Web el 6 de agosto de 1991. Ese mismo día publicaron un resumen del proyecto de la World Wide Web por medio de esta plataforma. Puede decirse que ese día cobró vida el servicio.
Fue hacia finales del año 1991 cuando todo estaba listo. Berners-Lee había utilizado un ordenador NeXTcube, desarrollado por la compañía que fundó Steve Jobs cuando fue despedido de Apple, como servidor. También había creado un navegador web que además hacía las funciones de editor, y disponía de las primeras páginas que resumían toda la World Wide Web.
Internet y su publicación fueron la clave
Lo que de verdad ha hecho grande a la web fue el hecho de que el CERN no limitara su uso a los científicos de su plantilla, o se lo quedara como un servicio propio, sino que lo dejara como un servicio que cualquiera pudiera utilizar. Hicieron que la World Wide Web fuera un servicio público. Esto jugó un papel determinante para que ganara adeptos sobre otras propuestas que plantearan algo que fuera, aún lejanamente, semejante.
Por otra parte, ya había plataformas que funcionaban sobre el concepto del hipertexto, teniendo que estar todas las páginas conectadas entre sí. Sin embargo, la Word Wide Web comenzó a funcionar en Internet, por lo que cualquier persona que tuviera conexión, y el navegador apropiado, podía navegar por las páginas web que estuvieran alojadas en los distintos servidores. Aquellos que tuvieran servidores podrían también alojar diversas páginas web.
Es el día a día
Y resulta curioso, pero algo que parecía estar solo al alcance de personas que dominaran el mundo del a informática, ahora forma parte del día a día de millones y millones de usuarios, que dependen de la web para trabajar, para comunicarse, o incluso para jugar. Es probable que Tim Berners-Lee nunca se imaginara en qué se iba a convertir el sistema que él ideó para gestionar la información de sus compañeros de trabajo. Es probable que incluso hoy en día no sea capaz de darse cuenta de que ideó algo que ha cambiado el mundo para siempre.