Cada vez suena más el término de convergencia digital en los medios de comunicación, campañas publicitarias o entre tus personas más allegadas. Puede ser que esta palabra te esté sonando a chino cada vez que la escuchas, o que simplemente no seas capaz de llegar a un acuerdo sobre su significado –algo bastante común-. Estás en el lugar apropiado, nos hemos encargado de recopilar toda la información necesaria para que este concepto deje de ser tan abstracto y tus dudas queden resueltas. Así que, sin más dilaciones, comencemos.
Actualmente, la convergencia digital se refiere a la posibilidad de consultar el mismo contenido en distintos dispositivos: por dejar una película a medias en tu ordenador y terminar de verla en tu tablet, sin necesidad de nada más que una buena conexión a Internet y batería en tus dispositivos. Todo esto ha tenido lugar gracias al desarrollo de la tecnología, la mejora de las conexiones y velocidades de transferencia de datos y la digitalización de lo analógico.
Sin embargo, este término no siempre ha tenido el mismo significado que acabamos de desarrollar. La tecnología evoluciona muy rápido, y los conceptos que la engloban también. A lo largo de un breve repaso histórico veremos cómo se ha ido modificando.
Breve historia
Con la llegada de los ceros y los unos a nuestras vidas se abrió una nueva puerta a la innovación. En el mundo analógico era muy difícil desarrollar más allá de un producto con una única utilidad, los fabricantes eran presos de la “maquinaria” necesaria para hacer funcionar los dispositivos. Con la llegada de los transistores todo cambió: la funcionalidad que antes se recogía por todo el cuerpo de un dispositivo pasó a ocupar el tamaño de una moneda. Por ejemplo, el complicado sistema de lentes que necesitaba una cámara para tomar fotografías fue sustituido por un sensor. Esto no se quedó aquí, porque ese sensor permitía que el mismo dispositivo que tomaba fotos pudiese (también) grabar.
Esto posibilitó que la mayoría de los sistemas analógicos evolucionaran al campo digital, sufriendo diferentes transformaciones en su uso y funcionalidad. Muchos dispositivos pasaron a incorporar diferentes funciones, ofreciendo más por menos dinero.
Escritorio de trabajoA medida que los dispositivos pasaban a ser digitales, los usuarios pedían más de ellos. El contenido multimedia que ocupaba estanterías en nuestras casas, pasó a caber dentro de un único dispositivo de apenas 15 centímetros. Dejamos de usar los reproductores convencionales: cada vez que queríamos ver una película conectábamos nuestro ordenador a la televisión.
Paralelamente al nuevo uso que hacíamos los usuarios de los dispositivos ya existentes, empezó a mejorarse la conectividad de los hogares, permitiéndonos consumir contenido desde Internet con anchos de banda cada vez mayores.
La mejora de la conectividad fue sustancial para llegar al momento en el que nos encontramos ahora. La compartición de tareas es un hecho, puedes empezar una actividad en tu ordenador y terminarla en tu móvil. En Internet cada vez hay más contenido disponible, hay nuevos servicios que presentan una alternativa a la hora de consumir y a los usuarios les está encantando.
Cada vez hay más dispositivos conectados: móviles, ordenadores, televisiones, neveras, pizarras o coches. Esto se debe al nuevo uso que los usuarios estamos haciendo de la tecnología. Los fabricantes lo saben y adaptan sus productos.
Uso y futuro de la convergencia digital
La llegada de este nuevo concepto a nuestro día a día ha supuesto un cambio en muchos sectores, no solo en el del ocio. En las escuelas cada vez se hace más popular que los alumnos lleven todos sus libros en un tablet, librándose de cargar con kilos a la espalda. Los profesores cuentan con pizarras interactivas y conectadas donde sus alumnos pueden realizar las tareas o compartirlas desde su tablet u ordenador.
El sector del ocio puede ser el que mejor ha salido con este nuevo concepto, han surgido muchas empresas que ofrecen diferentes formas de consumir contenido desde Internet. Todas comparten la inmediatez, poder dejar a medias un capítulo en tu ordenador y continuarlo sin tener que hacer nada en tu televisión inteligente. Un ejemplo es Netflix, puedes iniciar sesión en todos tus dispositivos para que a la hora de continuar la reproducción sólo tengas que apretar un botón desde el otro dispositivo.
Handoff AppleHay empresas del sector tecnológico que trabajan duro en ofrecer al usuario esa inmediatez en su día a día. Apple ha creado un robusto ecosistema con el que puedes compartir notificaciones, llamadas o mensajes con todos tus dispositivos de la manzana, incluso tiene un portapapeles universal que te permite copiar un link en tu iPhone y pegarlo en tu Mac. Si te llaman mientras estás usando tu Macbook y tu iPhone se encuentra en la habitación de al lado, no tendrás que levantarte: puedes responder desde el Mac.
Microsoft ha intentado subirse al barco de la convergencia digital permitiendo la comunicación entre sus Windows Phone y Windows 10. Sin embargo, Microsoft no ha conseguido que su sistema operativo para smartphones triunfe, lo que significa que la convergencia entre Windows Phone y Windows aunque exista no está siendo funcional. En Microsoft lo saben y están desarrollando herramientas para que podamos comunicar nuestros teléfonos iOS y Android con Windows 10.