Juego de supervivencia en miniatura ambientado en un jardín
Despertar y darte cuenta que has sido reducido al tamaño de una hormiga no solo es la premisa de una película ochentera, también es el punto de partida de Grounded para PC, un juego de supervivencia de mundo abierto ambientado en el jardín de una casa.
Explora, construye y sobrevive en el jardín
Grounded combina elementos de aventura, supervivencia, construcción de bases y herramientas en un entorno de mundo abierto con mecánicas sandbox, ofreciendo una experiencia única donde podremos elegir si seguir el modo historia o ir de aventuras.
En cuanto a la jugabilidad, Grounded ofrece una experiencia inmersiva con gráficos impresionantes y detallados en un mundo que se siente real y vivo.
Algunas características destacadas de Grounded para PC incluyen:
- Exploración de un mundo vasto y peligroso.
- Construcción de bases y herramientas para sobrevivir en el patio trasero.
- Batallas contra las criaturas que habitan el jardín.
- Modo creativo para mayor personalización.
- Modo cooperativo en línea para una experiencia con amigos.
La gran diversidad de biomas, insectos y obstáculos hacen de Grounded una experiencia realista.
¿Vale la pena jugar Grounded?
Absolutamente, al descargar Grounded para PC, no solo empezamos una aventura en miniatura donde la acción, el peligro y la sensación de descubrimiento son constantes, sino que también podremos disfrutar de un juego con gran rejugabilidad.
En resumen, Grounded para PC es un juego recomendado para casi todos los que gustan de los juegos de supervivencia con mucha exploración y cientos de herramientas para crear. Lo mejor es que el juego tiene un modo de accesibilidad para aquellos que sufren de aracnofobia.
Requisitos e información adicional:
- Requisitos mínimos del sistema operativo: Windows 10
Manuel Sánchez
Dedicado a la exploración web desde el internet primigenio, me considero un veterano digital que vivió el auge de la internet desde su propia trinchera en foros especializados que hoy en día ya no existen. Y ahora que miro hacia atrás, me...